Nadie dijo que fuese fácil, solo que valdría la pena.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Bueno, carallo, bueno..


Uso y abuso de la palabra "carallo".

Vaya el texto siguiente como un rendido y justo homenaje a la vez que como un pequeño estudio de uno de los vocablos más asombrosamente usados y, desde luego por muchos motivos y que es indudablemente el más usado coloquialmente tanto dentro como fuera de Galicia y define muchas veces al nativo gallego: la palabra "CARALLO".

"Carallo", también a veces "caralla", lisa y llanamente dicho, sin malicia, énfasis o doble intención alguna, todos los que "falamos galego" sabemos lo que es y significa, por lo que huelga aquí cualquier otra aclaración gramatical etimológica, semántica o morfológica.
Pero, es que, además, este vocablo dice mucho más por las múltiples acepciones con que se emplea en la lengua gallega coloquial. Véase sino:


- ¡Caralló!, como exclamación de asombro.
- ¡Carallo!, como signo de admiración.
- Carallo, anteponiendo un si o un no, asentimiento o negación.
- Carallar, es soltar o decir uno muchos "carallos".
- Carallazo, precedido de artículo, un golpe, una contrariedad.
- ¡Carallete!, interjección de dolor o de burla.
- Carallada, es una juerga.
- Carallear, es el andar de juerga.
- Carallán, es un bromista
- Caralludo es objeto o cosa de calidad.
- Carallón, indica longitud y sirve como cantidad.
- Escarallado, es el caos, la desolación, rotura o desperfecto.
- Escaralladiño, es el que está agotado.
- Escarallación, es ya el colmo, el no va más.
- Escarallar tiene dos acepciones, una de estropear, entorpecer y otra que es equipalente a estar muerto de risa, de miedo, etc.


La variedad y riqueza de acepciones que tiene nuestro "Carallo", son como se ve muchas, casi ilimitadas. Lo mismo sirve para engrandecer que para denigrar; para decir que una cosa es buena o que una cosa es mala; puede expresar indignación, cansancio, resignación, dolor y risa, hasta una gran cantidad de estados diferentes de ánimo, algunos de los cuales se detallan a continuación:


Resignación: ¡Ay que carallo!
Indignación: Que carallo.
Cachondéo, risa o ironía: Bueno, carallo, bueno.
Desplante: ¡Vai ó carallo!
Inquisitivo: ¡Que carallo che importa!
Contrariedad: ¡Tocáchesme o carallo!
Cansancio: Déixame de caralladas.
Ofensivo: ¡Iste carallo é parvo!
Amenazador: Ven, carallo, ven.
Templanza: Cálmate, carallo
Negación: Non, carallo, non.
Negación rotunda: Nin carallo, nin nada.
Juramento o taco: ¡Me cajo no carallo!
Voto en más fino: Cágome no carallo.
Iracundo: ¡Me cajo no carallo, carallo!
Alabanza: É un home de carallo.
Desobediencia despreciativa: Pásao por debaixo do carallo.
Animoso: ¡Dalle, carallo, dalle!
Caprichoso: Salíume do carallo.
Cualitativo: Non vale un carallo.
Valor: Róncalle o carallo.
Justiciero: Levou un carallo como brazo.
Fatalidad: Ten carallo a cousa.
Agotamiento: Xa estou hasta ó carallo.
Obsceno:¡Eiquí, carallo, eiquí!
Picardía: O caralliño.
Meteorológico: Tempo do carallo.
Lejanía: Nó quinto carallo.
Numérico-burlón: O carallo vintenove.
Desafiante: ¡Si, carallo, sí!
Comparativo: Percebes como cabezas de carallo.


En muchas ocasiones la palabra "carallo" se emplea como muletilla de la conversación; como comodín de frases largas o situaciones apuradas; ejemplo: "Entón chegou o Pepiño, e un servidor, carallo, díxolle: "Carallo, Pepiño. ¿Que carallo fás eiquí?"...
O aquella frase tan popular de: "Xente da aldea, xente do carallo", que algunos, como tópico aún localizan más: "Xente de Marín, troupa do carallo".
Y como concesión a la cultura hispanoamericana, tan cara a todo gallego enxebre: "¡Manda carallo ná Habana!", que según afirma algún investigador histórico guasón, lo dijo Colón, "que tamén era galego, de Pontevedra", cuando los Reyes Católicos, cansados de sus insistencias de visionario lo mandaron al carallo.
Como final del presente estudio, que por más que detallado no es exhaustivo de este tema, del campo completo escogemos aquella estrofa cantada con que se suele rematar toda caralla
da:

"¡Ei vai, ei vai,
"ei vai, carallo, ei vai!".

Es de desear, al fin y al cabo, que todo lo escrito que antecede se tome tan solo como lo que en realidad es: OBRA DE UN CARALLAN.
Carlos Platero Fernández Las Palmas de Gran Canaria,

É ler esto e pensar, ¿que sitio máis caralludo para nacer que Galicia?



Cada día máis linda, máis linda, cada día mellor e mellor.